
Joan Gilabert, licenciado en Química y Doctor en Bioingeniería por IQS, empezaba su tesis doctoral sin imaginarse, que cinco años más tarde, en 2015, el proyecto se convertiría en Tractivus, la primera empresa creadora de una prótesis traqueal con propiedades bioactivas y 100% adaptable, diseñada a través de la personalización 3D.
En 2017, Tractivus trabaja para ser la primera startup capaz de reducir las complicaciones producidas por las implantaciones traqueales, aumentando la calidad de vida del paciente y reduciendo los costes sanitarios.
Joan, ¿cuándo y cómo surgió Tractivus?
Inicialmente, en el año 2010, Tractivus surgió como parte de mi tesis doctoral, se trataba de un proyecto de I+D en colaboración con los Laboratorios del Grup d’Enginyeria de Materials de IQS (GEMAT), y tenía como objetivo ofrecer una solución a una necesidad clínica que se había planteado desde los hospitales. Los médicos habían identificado las numerosas complicaciones que surgían tras la implantación de prótesis traqueales y demandaban una tecnología que pudiera reducirlas.
En el año 2014, a medida que fue avanzando el proyecto y tras comprobar que los resultados obtenidos se iban acercando más a las peticiones de los médicos, vimos potencial en la tecnología y el proyectó evolucionó de una fase I+D a una empresarial. La evolución se cerró en el año 2015, con la constitución de Tractivus como spin-off del IQS e IDIBELL (Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge).
¿Cuál fue el equipo fundador? ¿Ha cambiado?
El equipo fundador y actual de Tractivus, está formado por ingenieros y un equipo médico que colabora con nosotros en el diseño de soluciones. En los últimos meses también se han incorporado personas procedentes de otros sectores. Actualmente la empresa está formada por 10 personas y una institución, IDIBELL.
¿Qué perfiles profesionales podemos encontrar en una startup como la vuestra?
En una empresa del ámbito biotecnológico, como la nuestra, encontramos perfiles ingenieros, químicos, biotecnológicos, y también profesionales con conocimientos en Administración y Dirección de Empresas. En los últimos tiempos hay ingenieros que también han decidido ampliar sus conocimientos en gestión empresarial para poder liderar el proyecto a nivel ingenieril y empresarial.
Por otro lado, también contamos con médicos y expertos en regulatoria, que forman parte del proyecto a distintos niveles, como, por ejemplo, como parte del Advisory Board.
Si tuvierais que describir brevemente qué es Tractivus, ¿cómo lo haríais?
Tractivus es una empresa que diseña y personaliza dispositivos médicos a medida para solucionar las necesidades de los médicos o pacientes finales. La tecnología que hemos desarrollado y que cubre una necesidad clínica, consiste en stent traqueal bioactivo con propiedades antibacterianas que evita los problemas de colonización que surgen después de la implantación d prótesis traqueales. El dispositivo se diseña y fabrica a través de la personalización 3D y adapta su geometría a la forma anatómica del paciente, evitando así los dolores agudos, las migraciones de la pieza y los sangrados.
Además, como parte de la tesis doctoral, Tractivus también desarrolla una tecnología de liberación de fármacos de manera controlada, que todavía no se ha terminado de explorar por la situación actual del mercado.
La tecnología de Tractivus surge de los laboratorios del GEMAT, el Grupo de Ingeniería de Materiales de IQS, ¿qué te llevó a apostar por ella?
Tras contemplar la situación del sector de las ciencias de la vida, pude comprobar que tenía dos alternativas: salir al mundo laboral o emprender mi propio camino, y decidí apostar por la segunda opción. Uno de los motivos que me hizo tomar la decisión fue el giro que estaba teniendo lugar en la industria. Las grandes empresas siguen apostando por el I+D, pero han cerrado muchos de sus departamentos, y el riesgo lo empiezan a asumir pequeñas empresas, como las spin-offs. Una vez la tecnología está desarrollada, muchas de las startups son absorbidas por las grandes compañías.
Nuestra solución no se está desarrollando en ninguna empresa y eso puede darle la oportunidad de asumir una parte del mercado o ser comprada.

¿Cuál es el valor diferencial de vuestra tecnología en comparación con la competencia?
Nuestro valor diferencial es la elaboración de un dispositivo médico con propiedades bioactivas y la creación de un proceso de fabricación que crea prótesis traqueales totalmente de silicona.
Por un lado, Tractivus está muy centrado en el diseño de prótesis de silicona mediante impresión 3D. Hasta el momento, esta no se podía imprimir, solo había algunos prototipos que lo estaban intentando, pero en una fase muy experimental que no conseguía una prótesis final. Desde la spin-off de IQS hemos desarrollado un proceso de fabricación que obtiene una prótesis traqueal de silicona, hecho que la hace 100% adaptable. Hacerla con este material tan flexible nos permite trabajar con mayor libertad y menos riesgos con los recubrimientos y propiedades antibacterianas.
Por otro lado, en aplicaciones de alto riesgo en las que el paciente necesita una pieza totalmente a medida y con una larga duración, Tractivus ofrece la posibilidad de crear un stent traqueal 100% adaptable y con propiedades bioactivas que alargan la vida de la prótesis.
¿Habéis identificado a vuestro principal competidor?
Nosotros, a día de hoy, estamos compitiendo con empresas que se dedican al desarrollo de stents estándares, que consisten en un tubo cilíndrico y recto de diferentes diámetros y longitudes.
¿Cuáles son las posibles líneas de negocio de Tractivus?
Nuestra primera línea de negocio es el stent traqueal. Ahora estamos explorando otras opciones con partners industriales para aplicar la tecnología también en catéteres urinarios, demostrando que esta es totalmente adaptable a otros dispositivos. En este caso, los pacientes tienen problemas de infección que nosotros podríamos reducir.
¿Cuál es el público objetivo al que va dirigida la tecnología de Tractivus?
El usuario final es el paciente, que es quien lleva la prótesis y quién sufre los problemas postquirugicos. Para poder llegar a este, la tecnología debe pasar previamente por el médico prescriptor, el gestor de compras del hospital, el endoscopista, que es quien implanta la prótesis y el distribuidor. Ellos están buscando un dispositivo que satisfaga las necesidades del mercado y que cuente con un valor añadido. Desde Tractivus podemos proporcionar una solución que reduce los costes sanitarios y mejora la calidad de vida del paciente, alargando el uso de la prótesis.
En los pasados tres años, habéis sido finalistas de BioemprendedorXXI y habéis recibido una ayuda NEOTEC, ¿cómo os ha ayudado este financiamiento?
Ha sido una inyección en capital que ha contribuido a que todo arrancase. Estamos hablando de un proyecto que no te permite vender hasta pasados largos años, tiene costes muy altos en personal, en materiales, en experimentación y pruebas in vivo. En nuestro caso nuestro in vivo se hace con cerdos y eso puede llegar a multiplicar por diez los costes. Además, el NEOTEC obtenido ha sido de gran ayuda, ha hecho que el proyecto en sí valga más y sea más financiable.
¿Cuáles son las principales dificultades para una startup a la hora de aplicar para este tipo de programas?
Toda la burocracia que existe alrededor y el desconocimiento de interpretar qué están pidiendo. Muchas veces comento que parece que me he convertido más en un escritor de proyectos que en un científico.

¿Cuáles han sido las principales complicaciones que os habéis encontrado a la hora de desarrollar una startup en el ámbito de la salud?
La gestión del tiempo es una de las grandes complicaciones a la hora de desarrollar una startup.
¿En qué fase se encuentra actualmente Tractivus? ¿Cuáles son los próximos pasos?
Actualmente estamos trabajando en la escalabilidad del producto y la estrategia regulatoria para tener el primer ensayo in vivo preclínico en un año y medio.
Ahora estamos finalizando el prototipado antibacteriano, hemos realizado un invivo que ha resultado satisfactorio y las pruebas nos están sirviendo para ver la optimización de la fabricación y la dosis. En este sentido, estamos fabricando dispositivos 3D asegurando que la pieza final coincide con las dimensiones requeridas. Esto nos permite ver la forma de poder parametrizar el diseño con el objetivo de que el médico pueda visualizar la pieza y esbozarla directamente desde el escáner, aplicando diámetros y longitudes.
¿Cuál está siendo vuestra estrategia para continuar creciendo?
Estamos diseñando la estrategia regulatoria para intentar reducir al máximo obstáculos futuros. Desde el inicio, cuando diseñamos el proyecto, intentamos minimizar riegos seleccionando materiales regulados o utilizados.
Por otro lado, también estamos trabajando con un partner industrial para continuar creciendo y aplicar la tecnología en catéteres urinarios.
Actualmente, ¿cuál es el mayor reto para vuestra empresa?
Nuestro principal reto es tener en primer lugar, la fase preclínica del stent traqueal hecha. Posteriormente, en dos o tres años, terminar la del catéter urinario.
¿Cómo describirías el día a día del CEO de una startup como la vuestra?
Mi día a día se resume en: ensayos in vivo, diseños de fabricación, gestoría, estrategia regulatoria, nuevas normas de aplicación médicas, y finalmente venta del proyecto. Constantemente estamos buscando inversores a los que les pueda encajar invertir en nuestra empresa.
Joan, tú químico y Doctor en Bioingeniería, ¿siempre habías tenido claro que querías emprender?
Al principio nunca me planteé tener mi propia empresa. Cuando empecé la carrera escogí química orgánica, pensaba que sería el sintético que encontraría la molécula contra el cáncer o que trabajaría en una farmacéutica y viviría bien, espero en algún momento no descartar esta opción. A medida que iban pasando los años, fui olvidándome de las ideas iniciales y encontrando poco a poco mi camino, primero me enfoqué en la orgánica, de allí pasé a la parte de ingeniería y finalmente al Doctorado de Bioingeniería, dónde se nos planteó el reto. Recuerdo que lo que más me atrajo fue tener un reto con una aplicación final.
¿Y el mayor reto que habéis tenido que superar como emprendedores?
Uno de ellos es hablar de dinero, la gente cree que hablar de dinero es fácil y a mí me cuesta muchísimo. También es difícil entender necesidades de proyecto y conceptos que no son propios de mi formación, como los parámetros que tienen que ver con financiar o gestionar una empresa.
¿Con qué referentes del sector emprendedor te identificas?
En IQS ya tenemos experiencia en generar empresas, en ese sentido como referentes tengo a compañeros que han creado empresas antes que yo, como Jordi Arbusa, CEO de DrSails, o Eduard Diviu, CEO de Sagetis Biotech, ellos me han abierto el camino y me han ayudado a entender cómo funciona el mundo emprendedor.
Por otro lado, Oriol Pascual, director de IQS Tech Factory, también ha pasado largas horas conmigo. Pero sobre todo Patricia Bures, que me ayudó a escribir y entender los conceptos financieros para solicitar el NEOTEC, sin su apoyo no lo hubiese conseguido.
Analizando la situación actual del sector de ciencias de la vida, ¿qué futuro le auguras?
Le auguro un futuro de constante crecimiento. Barcelona es actualmente el bioclúster del sur de Europa, y cada vez parece que surgen más empresas relacionadas con el sector. Uno de los mercados que puede llegar a explotar más es el de los dispositivos médicos y prótesis, todavía le queda mucho camino por recorrer.
Si miráis al futuro, ¿dónde ves a Tractivus en cinco años?
En 5 años, creo que podemos ver a Tractivus con una prótesis traqueal en el mercado europeo, con las primeras ventas y los primeros pacientes que se hayan beneficiado de ella. Por otro lado, también esperamos tener el catéter urinario a las puertas de estar en el mercado.
Hace un año el IQS decidió apostar por crear un centro de emprendimiento, el IQS Tech Factory. ¿Qué creéis que puede aportar a los estudiantes y emprendedores?
A parte de los cafés y las horas que hemos pasado en IQS Tech Factory, creo que es muy importante que haya un centro en IQS que impulse la necesidad de emprender. En los últimos años, IQS ha tenido trayectoria de generar spin-offs, muchas empresas actuales han nacido de ex IQS, pero parece que esto se estancó durante un tiempo. IQS Tech Factory está contribuyendo a que esto cambie, fomentado que la gente emprenda proyectos y apoyando a emprendedores en el desarrollo de sus startups y tecnologías.