Rubén Bonet, CEO y CO-fundador de Fractus, explicó el caso de éxito de la empresa tecnológica, que actualmente es líder mundial de la industria de los móviles, en una nueva Tech Experience

Rubén Bonet, CEO y Co-fundador de Fractus, la empresa pionera en la creación de antenas fractales para teléfonos móviles, visitó el pasado 15 de marzo, el IQS Tech Factory, el centro de emprendimiento del IQS, en el marco de una nueva Tech Experience. Bonet repasó a través de una entrevista con el director del centro, Oriol Pascual, su trayectoria profesional como CEO y Co-fundador de la compañía tecnológica que creó junto con su socio, Carlos Puente.
Fractus nacía inicialmente en 1999 como la primera spin-off de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), después de un período de investigación y desarrollo de la tecnología de antenas. Fue ese mismo año cuando los dos socios decidieron llevarla al mercado y patentaron la primera antena fractal del mundo, una creación que a día de hoy, ha convertido a la compañía en líder mundial de la industria de los teléfonos móviles con más de 120 patentes en Estados Unidos, Europa y Asia.
La empresa es pionera en la creación de la tecnología de la antena basada en la geometría, que ha permitido hacer desaparecer las antenas externas de los dispositivos móvil y sustituirlas por internas con una importante reducción de su tamaño. Esta ingeniería también ha supuesto una mejora en su potencia, permitiendo smartphones y tablets, conectarse simultáneamente a varias bandas, como por ejemplo, 3G, Wi-Fi o Bluetooth.

Actualmente Fractus obtiene sus ingresos de los acuerdos de licencia firmados con compañías como Samsung, LG o Motorola, entre otros, así como de la fabricación de antenas. La primera apuesta de la empresa fue desarrollar un negocio tradicional basado en un hardware. “Durante su trayectoria, Fractus nunca ha dejado de fabricar, ya que es una de sus bases de innovación y contacto directo con los clientes”, afirmó Rubén Bonet durante la Tech Experience. Más tarde la compañía decidió optar también por el modelo de licencias y cobrar royalties. En ese momento ya habían surgido fabricantes de teléfonos móviles que habían utilizado la tecnología sin licencia, como fue el caso de Samsung. Fractus decidió demandar la compañía para uso ilícito y salió ganadora del juicio, que tuvo lugar en Texas (Estados Unidos).
Rubén Bonet apuntó durante la Tech Experience del pasado 15 de marzo, que el objetivo de Fractus se continuó trabajando en el modelo de licencias y fabricación, y abrirse camino a nuevas industrias, como la de los wearables o Internet of Things.
La jornada se cerró con el turno de preguntas del público, que tuvo la oportunidad de resolver sus dudas y conocer más detalles sobre Fractus, de la mano de uno de sus fundadores.