Entrevistamos a Carles Colominas, CEO y cofundador de Flubetech, la compañía catalana que se ha convertido en la mejor aliada de los fabricantes de herramientas y de dispositivos médicos

Coches, aviones, implantes dentales o prótesis, todos llevan con ellos una parte del conocimiento, de la tecnología y sobre todo del esfuerzo de dos apasionados por la química y los materiales, que en 2006 cruzaron sus caminos para transformar el sector de los recubrimientos de materiales. De la mano de Carles Colominas, catedrático en Materiales en IQS, y Francesc Montalà, licenciado en Ciencias Químicas, nacía la idea de crear la spin-off de IQS, Flubetech.
Hoy volvemos 12 años atrás con Carles Colominas, CEO y cofundador, y nos adentramos en la historia y los momentos que ha superado la compañía para transformarse y consolidarse en el ecosistema.
Carles, Flubetech iniciaba su camino en 2006 y es el claro ejemplo de la evolución de una startup a una empresa. Pero remontamos a algunos años antes, ¿cómo surgía la idea de crear Flubetech?
En el año 2000 yo volví de Estados Unidos. Antes había estado en el Stanford Research Institute, que es un centro donde ya había muchas spin-offs que sobre todo hacían mucha investigación para empresas, y esta dinámica me llamó mucho la atención. Por eso, al volver, decidí investigar más tratamientos de recubrimientos, mientras seguía trabajando en ofrecer investigación contratada a la industria.
Fue durante este proceso cuando conocí uno de los socios fundadores de Flubetech, Francesc Montalà. Finalmente, en 2004, terminamos yendo juntos a un congreso en San Diego, centrado en el ámbito de los recubrimientos. Fue entonces cuando identificamos que podíamos crear una empresa, él aportaba la experiencia industrial y yo la de investigación. Este fue el inicio de Flubetech.
¿Qué necesidad identificasteis en el mercado?
En el mercado había una necesidad y había unas soluciones en el sector de los recubrimientos, pero nosotros habíamos desarrollado nuevas que creemos que eran mejores. Salimos haciendo servicios a medida, de manera más rápida y flexible.
¿Cuál es la misión de Flubetech?
La misión de Flubetech es ofrecer a nuestros clientes recubrimientos de última generación para sus herramientas, para conseguir la máxima competitividad y calidad.
Nosotros somos un B2B, nuestro cliente es un fabricante de herramientas. Lo que hacemos es tratar herramientas que sirven para fabricar y mecanizar materiales como el acero, el titanio, o composites, y les hacemos un recubrimiento especial para cada aplicación, ya que cada una de ellas tiene propiedades y geometrías diferentes. Esto significa que por ejemplo, la moto que pasa por aquí, aquel coche que pasa por allí, tienen algo de lo que nosotros hacemos, por ejemplo las roscas han sido hechas con tratamientos que hacemos nosotros.
El mismo año que nacía la empresa, ganabais el Premi Emprenedors Caixa Manresa. ¿Cómo recuerdas el primer año de Flubetech?
En abril de 2006 fundamos la empresa y afrontamos las primeras pruebas de fuego. Nos habían concedido una subvención pero nos daban el dinero contra facturas pagadas, por lo tanto, era un proceso complicado porque en ese momento la empresa acababa de empezar. Fue la primera vez que pedimos un crédito al banco y también la primera prueba de fuego para que el banco quería garantías, nos pedía avales. Fue el inicio del camino de una empresa grande.
Después en verano del mismo año, acababa el plazo para presentar un business plan a los Premis Emprenedors Caixa Manresa 2006. Ni Francesc ni yo teníamos experiencia a la hora de crear uno, por lo tanto fue un nuevo reto, que finamente resolví en uno de mis viajes a Estados Unidos. Recuerdo que estaba en la biblioteca de la Stanford University y empecé a leer Business Plan for Dummies, y a partir de ahí empecé a crearlo. Finalmente, lo presentamos y ganamos. Este fue un paso importante para nosotros, era la primera vez que presentábamos nuestro proyecto en público, y a partir de ahí surgió la primera ola de interesados y los primeros contactos con Business Angels e inversores.
Un avance muy importante en poco tiempo …
Sí, pero en ese momento aún no teníamos nada, estábamos creando nuestro primer prototipo y sólo teníamos los resultados de la investigación. Fue una decisión muy difícil y meditada, pero finalmente decidimos que era necesario primero empezar a trabajar, enfocarnos en nuestros primeros objetivos y salir de aquella burbuja en la que nos encontrábamos. Así que rechazamos las primeras propuestas de inversión porque no estábamos preparados y considerábamos que ese dinero a largo plazo nos hubieran salido muy caro.
¿Con qué tecnologías contáis actualmente en el mercado?
Flubetech utiliza las tecnologías más avanzadas en recubrimientos PVD (Magnetron Sputtering), HiPIMS (High Power Impulse Magnetron Sputtering) y en recubrimientos HT-CVD (Hot Filament-Chemical Vapour Deposition), que tienen diferentes aplicaciones, por ejemplo, en moldes de inyección de plástico, herramientas de corte y en general, piezas y componentes, entre muchos otros, que necesitan una productividad elevada.
¿Por qué debería un fabricante apostar por vosotros?
Desde Flubetech trabajamos para ofrecerles los mejores beneficios y un servicio a medida. En el sector de herramientas de corte nuestro objetivo es alargar la vida útil de las herramientas. Por lo tanto, reducir costes y afrontar el mecanizado de materiales nuevos. En el sector de las matrices, por ejemplo, de formación de chapa, matrices que estampan o que cortan, nuestra misión también es la reducción costes a la vez que mecanizar capas que hagan posible nuevas aplicaciones.
En el 2014 su tecnología demostraba que también tiene importantes aplicaciones en el sector biomédico. ¿Con qué aplicaciones estáis trabajando?
El sector biomédico es un sector complicado de entrar. Aquí nuestro cliente es el fabricante del dispositivo médico. Nosotros formamos parte de la cadena, nos subcontratan. En el campo de la biomedicina no se trata de alargar la vida útil, sino de darle una serie de propiedades, como son la biocompatibilidad y la reducción del desgaste. Lo que estamos haciendo ahora es implantología dental, por ejemplo, estos cuentan con unos tornillos para fijar el pilar en el implante, nosotros recubrimos los tornillos de algunos de los fabricantes. Desde Flubetech también trabajamos con prótesis de cadera o chapas de fijación que se colocan cuando te rompes un hueso.
Entrar en el sector biomédico siempre es un proceso muy exigente …
Sí, y en este ámbito hemos dado un gran paso, ya que somos los únicos en toda la Península y parte de Francia, que tenemos la certificación ISO13485, que es la misma que tiene nuestro cliente y que asegura nuestra rigurosidad. La ISO demuestra el nivel de exigencia de Flubetech. Hay otras empresas que no han dado el paso para obtener esta certificación ya que el regulador aún no lo exige, pero para nosotros es muy importante tenerlo para diferenciarnos. Además, su obtención ha significado una evolución en la estructura interna de nuestra empresa, ya que tenemos que ser muy estrictos en todos los protocolos de fabricación. Esto ha hecho que lo hayamos empezado a aplicar a otras herramientas que no van dirigidas al sector mèdico.
Desde 2006 la industria ha ido experimentando muchos cambios. ¿Cuál es el valor diferencial de Flubetech que lo ha hecho continuar creciendo?

Nuestro valor diferencial es utilizar las últimas tecnologías poniendo todo nuestro conocimiento a disposición del cliente. Lo que hacemos es reconvertir la herramienta del cliente para que termine reduciendo costes, ahorrando energía y permitiendo que sea capaz de mecanizar materiales que si no hubiéramos intervenido nosotros, sería imposible que lo hiciera. Por ejemplo, recientemente incorporamos la tecnología HiPIMS, que parece que será la tecnología de recubrimientos de los próximos 30 años y que muy pocas empresas tienen. Nosotros nos miramos de diferenciar en una constante innovación, buscamos soluciones a medida a través de proyectos de investigación, intentando especializándonos, para aplicaciones muy concretas.
En un ámbito como el vuestro, ¿habéis identificado vuestra competencia directa?
Hay varios competidores pero nuestro gran competidor está presente a nivel mundial. Desde que empezamos, dominaba una situación de monopolio y ya tenía acuerdos importantes con empresas de automoción, que es uno de los sectores que más requiere nuestro trabajo. Sin embargo, nosotros hemos estado elaborando estrategias para diferenciarnos, como comentaba haciendo servicios más adaptados al cliente, siendo más flexibles. Repasando todo lo que ha pasado en estos últimos 12 años.
¿Cuáles son las próximas líneas estratégicas de Flubetech?
Tenemos diferentes líneas estratégicas. Por un lado, está el crecimiento geográfico. Debemos continuar expandiéndonos en España y Portugal, terminando de consolidar toda nuestra actividad aquí y nuestra especialización en diferentes aplicaciones. Además, en este sentido también tenemos el objetivo de abrirnos al sur de Francia en el futuro, pero ahora todavía no es el momento.
Una segunda línea es abrirnos a América del Sur. Ahora nos implantaremos en Argentina con un socio local, con lo que estamos reproduciendo lo que hemos estado haciendo aquí a lo largo de los años. Además, también estamos analizando abrirnos a Ecuador y Colombia, donde ya tenemos contactos identificados, así como una posible colaboración con una empresa que trabaja desde aquí en el África del Norte. Una tercera línea será abrir otra área de negocio con producto propio. Esto implica hacer crecer al equipo, incorporando nuevo talento, gente que se identifique con el proyecto y con un perfil determinado.
¿Cuántas personas forman actualmente parte de Flubetech?
Actualmente somos 12 personas en el equipo, inicialmente empezamos 4.
¿Cuál ha sido la evolución del equipo?

La idea original era de Francesc Montalà y mía, conocíamos el sector y decidimos ponerlo en marcha. Después fuimos configurando un equipo que pudiera tener todos los conocimientos necesarios, en el que se unieron Miquel Costa, que en aquella etapa era doctorando y aportaba el know-how técnico, y después Xavier Serrat, que había hecho un MBA y tenía experiencia de dirección y se encargaba de toda la parte de finanzas. Este fue el equipo que lo arrancó todo. Una vez empezamos a producir el el año 2010, hubo una crisis de equipo, lo que hizo que pasáramos de 4 a 2, pero también coincidió con el momento en el que empezábamos a avanzar y crecer, esto nos permitió contratar a más personas para que se incorporaran a Flubetech.
Actualmente, el núcleo duro de Flubetech lo constituimos Francesc y yo, junto a Victor Cot, ingeniero industrial de IQS, que también es socio de Flubetech.
Vuestra evolución durante estos últimos 12 años ha sido continua pero habéis tenido que afrontar diferentes fases, ¿cuáles han sido las más complicadas?
Las fases que recuerdo más complicadas, fue inicialmente en 2006 cuando fundamos la empresa y recibimos diferentes subvenciones pero todavía no teníamos una entrada de dinero. Además, coincidió que dos de ellas no las podíamos obtener ya que el programa estaba parado por problemas en las regulaciones de ayudas públicas a las empresas de la Unión Europea. Hasta 2009 fue una época dura ya que no nos desembolsaron el dinero, Flubetech estaba incubado en IQS y vivía de servicios y de investigación para la industria. Hay que decir que a nivel creativo fue una etapa impresionante pero a nivel de empresa estábamos estancados, y creo que esto quemó mucho al equipo.
El año pasado superasteis un hito muy importante, superar el millón de euros en facturación. ¿Cuáles crees que han sido las claves para conseguirlo?
Creo que la planificación financiera que hicimos en nuestros inicios fue clave porque sabíamos exactamente cuando necesitaríamos el dinero. En 2010 ya sabía que en 2016 sería el año más complicado para Flubetech. Por ello, durante todos los años siguientes trabajamos para refinanciar la deuda, durante un tiempo me dediqué a buscar dinero en proyectos de investigación y reconectar con inversores para poder aumentar nuestra maquinaria, para poder entrar en la economía de escala. Hemos ido reestructurando el equipo comercial, internamente nos hemos ido organizando y profesionalizando en algunas áreas. Ahora estamos preparados para seguir creciendo.
Carles, tú compaginas tu vida como CEO a la vez que ejerces como profesor. ¿Cómo es tu día a día y cómo consigues sobrellevarlo todo?
Es complicado compaginarlo todo, ambos requieren un sentido de la responsabilidad muy grande y son proyectos que van creciendo. En IQS soy profesor universitario y coordino el Máster de Ciencia e Ingeniería de Materiales, pero es verdad que en el ámbito de la docencia los compromisos más largos que puedes coger es supervisar una tesis doctoral. Es muy diferente cuando creas una empresa, el compromiso que estás cogiendo es a muy largo plazo. Actualmente somos 12 en el equipo, por lo tanto, hay 12 familias. Yo no puedo levantarme mañana y decir que me he cansado, tengo un compromiso conmigo mismo y todos ellos, no sería justo. Por ello, si no estás dispuesto a aceptarlo, te lo tienes que plantear desde el principio.
¿En qué momento decidiste que querías emprender?
Cuando regresé de Estados Unidos yo tenía 31 años y me marqué cuáles eran mis próximos objetivos en la vida, crear una empresa antes de los 40 años. En casa habíamos tenido un negocio familiar, por lo tanto desde pequeño había vivido en este entorno, viendo a mi padre trabajar mucho para sacarlo adelante.
¿Cuál es el resultado del que te sientes más orgulloso?
De lo que me siento más orgulloso es de ver que aquel proyecto que comenzó en 2006 ha crecido y genera sus próximos recursos, y sobre todo, que ha creado puestos de trabajo. Si me hubiera conformado no estaría donde estoy ahora. Hemos aprendido a asumir roles que nunca hubiéramos asumido. Cuando Francesc Montalà y yo empezamos, teníamos el conocimiento, pero había muchos ámbitos que no dominábamos. Esto nos obligó a aprender mucho desde la parte de gerencia hasta la gestión de personal, que siempre es complicada, saber fomentar un equipo ganador. Ahora Flubetech puede caminar solo.
Contemplando toda tu trayectoria con perspectiva. ¿Qué consejo darías a un emprendedor que acaba de iniciar su proyecto?
Yo creo que cuando empiezas, hay una parte de un poco de inconsciencia y eso hace que a veces no quieras escuchar algunos consejos que te dan, pero creo que al principio es imprescindible hablar con mucha gente. Yo lo que recomiendo es ser proactivo, preguntar, pedir, llamar a las puertas, para poder conocer expertos u otros emprendedores que ya han vivido la experiencia de llevar un proyectos en el mercado. Esto te ayuda a ir configurando tu estrategia, sino corres el riesgo de crear con tus socios un clima que se autocomplaciente. Por otra parte, es básico tener una idea del mercado real, conocer si realmente hay gente que pagaría dinero por lo que tú quieres comercializar.